domingo, 4 de abril de 2010

El equipo de la muerte

¿Quién no conoce el caos que se desató en el Perú debido a la aparición del terrorismo en las décadas de los ochenta y noventa? Sin duda alguna, la historia peruana se ha visto profundamente marcada por los actos terroristas cometidos durante un periodo de aproximadamente 20 años. Fueron varios presidentes a quienes les tocó lidiar con este problema; sin embargo, muchas de las estrategias aplicadas por ellos no dieron resultado. Así es como una de las más controversiales alternativas de solución fue la efectuada por el gobierno de 1990, el cual se encontraba a cargo del entonces presidente Alberto Fujimori, quien apostó por la creación de un grupo antiterrorista denominado “Grupo Colina”.

El Grupo Colina fue una selección de oficiales y suboficiales del ejército, creado por el gobierno peruano en 1990, cuya misión era la de identificar y eliminar a presuntos terroristas vinculados con Sendero Luminoso y el MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru). Este grupo conformado por 32 hombres y 6 mujeres, se encontraba bajo el mando directo del entonces Capitán del Ejército Martin Rivas, el cual, si bien no planificaba las misiones, era quien asumía el liderazgo tras recibir las órdenes emitidas por el Centro de Inteligencia Nacional (CIN). Sin embargo, la labor del Grupo Colina era sumamente complicada, puesto que sus integrantes debían realizar una minuciosa investigación sobre los supuestos terroristas a eliminar y de esta manera evitar confusiones que puedan dar muerte a gente inocente.

A pesar de tener como premisa lo difícil que sería realizar este trabajo, una mala investigación llevada a cabo por los dirigentes del Grupo Colina, generó dos matanzas donde sucumbieron varias personas inocentes. La primera de ellas es el conocido caso “Barrios Altos”, en donde un domingo 3 de noviembre de 1991, el Grupo Colina irrumpió en una fiesta popular dejando sin vida a 15 personas, entre ellos un niño. Posteriormente, un 18 de Julio de 1992 tuvo lugar el caso “La Cantuta”, en donde 6 estudiantes y un profesor de dicha casa de estudios, fueron secuestrados y asesinados por este destacamento paramilitar. No hay duda de que estos actos de abuso y total atropello de los derechos humanos no tienen justificación alguna, y es por eso que particularmente incito a la sociedad peruana a mostrar su repudio y total rechazo ante esta situación.

Finalmente, cabe mencionar que esta pesadilla causada por el terrorismo originó en aquella época miles de muertes y pérdidas irreparables, por lo que sin duda, es un hecho que quedará marcado para siempre en la mente y el corazón de todos los peruanos. Sin embargo, las estrategias puestas en marcha para erradicar dicha problemática, tales como la creación del Grupo Colina, no justifican el abuso y despotismo cometidos por el gobierno peruano de aquel entonces, ante lo cual espero se apliquen todas las sanciones correspondientes a los responsables, para así no volver a experimentar un acontecimiento de esta naturaleza.

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