martes, 26 de junio de 2012

¿Por qué Conga sí va?


Hace muy poco se acaban de cumplir seis largos meses desde que se dio inicio a un conflicto minero-económico-social que ha capturado la atención de la opinión pública peruana y extranjera en su totalidad. La viabilidad del proyecto minero Conga en el departamento de Cajamarca, es un espinoso tema que ha generado un inagotable debate que tiene a nuestra sociedad partida en dos. Por un lado, el Gobierno Central ha optado por cumplir fielmente el contrato firmado con la multinacional “Newmont”, apoyado en el cumplimiento de los lineamientos establecidos previamente con la empresa. De esta manera, el Gobierno pretende respetar el orden jurídico que hasta la fecha ha colocado al Perú en una posición envidiable en temas de inversión extranjera (Primer lugar a nivel regional). Por otro lado, y como antagonista de esta historia, se encuentra el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, un líder popular que, junto a un sector extremista de la población, pretende sabotear este proyecto argumentando que la explotación de recursos minerales destruirá las reservas de agua de la localidad. Sin embargo, por medio de este artículo de opinión, intentaré demostrar que el Gobierno Central respalda la minería responsable en Cajamarca basándose en argumentos completamente válidos y bien fundamentados, mientras que la contraparte ha tomado este tema como una excusa para hacer politiquería barata.

En primera instancia, es importante aclarar que no toda la población de Cajamarca dice que “Conga no va” como lo han planteado desde un principio las autoridades de dicha localidad. Esto haya sustento en que 32 comunidades de la zona de influencia han dado su venia a la inversión y se han mostrado a favor del proyecto minero. Lo cual demuestra que, desde el inicio, han intentado vendernos un cuento escudándose detrás de toda la población cajamarquina, cuando en realidad son sólo algunos cuantos los que han buscado generalizar sus intereses personales en este tema. De esta forma, gran parte de la población comprende que actualmente las empresas utilizan una tecnología óptima en la extracción de recursos que minimizan en grandes proporciones los efectos sobre el medio ambiente. Del mismo modo, debido a que es el medio ambiente una de las principales preocupaciones del Gobierno, se ha elaborado un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en la zona, implementado por tres destacados peritos internacionales, los cuales han emitido un detallado informe que la empresa Newmont se ha comprometido respetar íntegramente.

Como segundo argumento, es necesario mencionar que el Perú es un país minero por excelencia y que la mayor parte del su PBI se concentra en la minería. De esta forma, está establecido que las localidades en donde se desarrollen los diferentes proyectos mineros serán favorecidos a través de las regalías que recibe el Estado. Por ende, el departamento de Cajamarca se vería beneficiado por el canon minero que genere Conga, el cual asciende a la importante suma de 1’150 millones de dólares. En vista de ello y considerando que Cajamarca que encuentra ubicado en la novena posición del ranking de nivel de pobreza en el Perú, este dinero ayudaría a las autoridades a generar importantes proyectos en la zona y sobre todo a ejecutar campañas de inclusión social que produzcan una mejor calidad de vida para los pobladores. No obstante, si bien el proyecto Conga que llevará a cabo en el departamento de Cajamarca, resulta pertinente entender que los recursos naturales que existen en nuestro territorio pertenecen a todos y cada uno de los 30 millones de peruanos. Por tal motivo, la población en general no debe ser supeditada a los caprichos de unos cuantos que intentan presionar al Gobierno a través de marchas y manifestaciones infundadas.

El tercer argumento, y quizás el más importante, se vincula a la iniciativa aurífera fomentada por la minera respecto a las reservas de agua. Esto se refiere a que, previo a la extracción de los recursos minerales en la zona, la empresa Newmont empezará la construcción de cuatro reservorios de agua durante un periodo no mayor a 2 años, que superarán en diez veces la capacidad de almacenamiento de las lagunas actuales y las cuales, dotarán a las comunidades de la zona en temporadas en las que hay escasez de lluvias. Sin duda alguna, esta idea deja sin argumentos a los opositores del proyecto Conga, ya que termina por rescatar su aparente mayor preocupación: el agua.

En definitiva, los mencionados son solo algunos de las razones por las cuales considero que “Conga sí va”; por lo tanto, es necesario interiorizar cada una de estas ideas y no dejarnos sorprender por los gritos o por las quemadas de llanta que adornan cada una de las protestas en contra de la minería en Cajamarca, lo cual es simplemente la falta de argumentos que las autoridades y su grupo de extremistas pretenden ocultar.